Mensaje de la Presidenta de ASSITEJ Internacional
¡Lleva a un niño/a al teatro hoy o lleva el teatro al niño/a hoy!
El objetivo de esta campaña es facilitar el acceso al teatro y a las artes escénicas a todos los niños, niñas y jóvenes. Al reconocer el papel del adulto en este sentido, tenemos un doble enfoque: el del adulto que cuida del niño, niña o joven, el que posibilita su acceso a la cultura; y el de los artistas que crean las obras que pueden llegar a la infancia y la juventud donde quiera que se encuentren.
Este día – 20 de marzo del 2024 – es un momento para que nuestros miembros de todo el mundo analicen lo que está ocurriendo en nuestro sector, en nuestras sociedades y en nuestros públicos. Como asociación mundial que trabaja por la unificación de los profesionales y por los derechos de la infancia y la juventud a las artes y la cultura, debemos hacernos las preguntas que nos afectan a todos. Abogar significa mirar más allá de nuestro propio círculo de influencia y preocupación personal. Es una forma de abrirnos a cuestiones más amplias relacionadas con los derechos humanos y con el valor de la infancia y la juventud en nuestros propios contextos y en relación con el mundo. ¿Qué tenemos en común en todos los contextos?
Creemos en el poder del teatro y la interpretación. Nos permite explorar ideas que amplían lo que vemos y entendemos a otras partes del cerebro, el corazón y el espíritu. Nos ofrece una conexión humana. Inspira fantasía e imaginación y trata temas imposibles con alegría y corazón. Implica a los jóvenes en un intercambio empático que permite la transformación individual y colectiva. Utiliza todas las inteligencias. Recurre a todos los sentidos para crear asombro y estimula a pensar. Esto es lo que hacemos, en todo el mundo, dondequiera que se reúnan nuestros miembros y lo hacemos con conocimientos, habilidad e ingenio. Lo hacemos en las calles y en los grandes teatros, en las escuelas, en los hogares y en los escenarios. Hacemos teatro para, con, por y sobre la infancia y la juventud, dondequiera que estén. Los niños, niñas y jóvenes necesitan el teatro y el espectáculo y, debido a su falta de poder, necesitan que los adultos les ayuden a experimentarlo.
A medida que se acerca este Día Mundial del Teatro somos profundamente conscientes del trabajo que se realiza en nuestro sector para y con los jóvenes y las familias que son víctimas de la guerra, el terror, los conflictos políticos y domésticos, la pobreza, la violencia, el desplazamiento y la falta de vivienda, la discriminación. Algunos se han preguntado: “¿Cómo podemos seguir hablando del futuro del teatro y las artes escénicas en este mundo? ¿Qué importa al lado de la tragedia y la injusticia que nos rodea?”. Creo que al hacer teatro y espectáculos para y con la infancia y la juventud estamos continuamente comprometidos en un acto de esperanza. Nuestra forma de arte ofrece interpretación y conexión directa con temas y situaciones a los que se enfrentan las infancias en su vida cotidiana y que pueden hablarles con una voz que escucha y comprende. La reflexión sobre su propia situación se ve favorecida por lo que podemos abrir de forma segura, ofreciendo la verdad junto a la posibilidad e imaginando un futuro o un camino que puede suscitar ideas en los jóvenes sobre lo que podría ser diferente. El acto de crear es esperanzador.
Para nosotros, como artistas, y para nosotros, como adultos que facilitamos el acceso de la infancia y la juventud al arte, a la cultura y a la creatividad, es importante hacernos preguntas. Si no nos damos cuenta y validamos su experiencia en el juego y en los ámbitos de la imaginación, sin las historias y la posibilidad de evasión, diversión y alegría, sin la exploración de la bondad y la humanidad que acompaña a este público, ¿podemos entendernos a nosotros mismos? Sin el desarrollo de la capacidad real de acción y participación de la infancia y la juventud, ¿podemos mantener nuestra propia esperanza?
Quizá ahora debamos darnos cuenta de que no todo depende de nosotros, y caminando junto a los niños, niñas y jóvenes podemos reconocer y sacar fuerzas del poder de su imaginación y de su sentido innato e instintivo de la posibilidad.
Sue Giles AM
Presidenta ASSITEJ Internacional
Mensajes de los niños de Cuba por el día Mundial 2024
En nuestro Planeta, donde apenas las velas de la Paz, la Fe y el Amor se apagan en un oscuro presente, entre pérdida de valores, las crisis climáticas, la pobreza extrema y las guerras fraticidas, los voces de los niños emergen como luz de la Esperanza. Para los amigos y colegas de las artes escénicas del mundo, desde un pequeño y solidario archipiélago del Caribe latinoamericano, son estas voces las nos regalan, con una sonrisa al futuro, estos mensajes de amor en este Día del Teatro para la Infancia y la Juventud. Son niños y adolescentes, que desde la escuela, las artes y el teatro han sido semilla en su formación educativa y social, desde diferentes comunidades, poblados y ciudades de Cuba, adonde han llegado educadores, instructores de arte y profesionales de la escena. En sus voces, nos hacen fe a la prédica martiana como guía de trabajo: “-Para los niños trabajamos, porque los niños son los que saben querer, porque los niños son la esperanza del mundo.-” (ASSITEJ Cuba)
Massiel Amalia Wilson De Armas (Remedios, Cuba, 8 años)
Nací en una familia de artistas, el arte siempre me a rodeado. Mi bisabuelo, un gran cantante que sin asistir a escuela aprendió a tocar de gran manera la guitarra. El mismo las hacía y además cantaba. Mi abuela una compositora capaz de crear cualquier sentimiento en canción. Mi madre es bailarina profesional. Y así siempre llena de arte pasa cada día de mi vida. Mi madre siempre me cuenta la graciosa historia del día que me descubrió delante del espejo haciendo diferentes caras. En ese momento dice que pensó, sin dudas esta niña será actriz. Crecí viendo en mi ciudad el mejor grupo de teatro infantil que para mi existe. El teatro Guiñol Fidel Galván de mi lindo Remedios. Y siempre quise estar ahí como ellos dando alegría a todos. Tengo la dicha de formar parte de una compañía infantil teatro músico danzaría que me hace muy muy feliz. Hacer teatro para mi es dar vida a las diferentes historias que vemos todos los días. Puedo demostrar alegría, tristeza, enojo, asombro y muchos muchos sentimientos más. He podido cumplir mi sueño de ser artista y hacer de esto parte de mi vida diaria
Mis talleres preferidos son los de teatro, los disfruto mucho. Cada personaje me permite ser una nueva niña, de a cada uno aprendo algo nuevo. Pero sin duda alguna lo más importante que he aprendido es que como dice mam á el teatro es la más completa de todas las artes.
Patricia de la Caridad Bricuyet Aguilar (Bayamo, Cuba, 7 años)
Bayamo M, N 14 de enero de 2024
Hola ASSITEJ
Carta de una niña cubana
Yo me llamo Patricia de la Caridad Bricuyet Aguilar, tengo 7 años y estoy en el teatro desde los 3 años, a mí me encanta actuar.
El teatro para mí es como otra familia, porque me enseña cosas que yo no sabía, por ejemplo, a no rendirme a la primera vez. Es estar reunidos niños y padres. Que hay más oportunidades en la vida, me enseñó a ser una mejor persona, a expresarme de diferentes maneras, utilizando mi cuerpo y muchas cosas más. He actuado en obras del proyecto Teatral Infantil “Los Andantinos”. Ellas son: “Las flores bailarinas”, “El principito”, “Fantásticos payasos”, “Homenaje a Charles Chaplin”, “Monólogo de la Bruja”. Ha sido bueno estar en teatro, porque me informo de las obras, creo amigos y amigas, me siento mejor, conozco otros lugares fuera de mi casa. Las obras de teatro que he visto son: “El modelo”, “A las tres de una vez”, “Por qué Alicia”, “Faro”. Yo entendí que Faro es nuestro país, y que nuestro país es importante, lo debemos amar. De la obra por qué Alicia, entendí que Alicia quiere cambiar su mundo y que sea mejor. Pues los demás no quieren cambiar lo malo de su mundo y la reina maltrataba a los demás personajes.
Sin el teatro no hubiera obras, ni cultura, ni actuación.
Adiós ASSITEJ
Sofía Díaz Rodríguez (La Habana, Cuba, 14 años)
Para mí el teatro es un refugio. Uno, en el que las personas podemos dejar de un lado nuestra identidad y transformamos en los personajes menos pensados que pueda idear la mente de un dramaturgo. Es un mundo paralelo al nuestro en el que, tanto en el escenario como en el público, podemos disfrutar de una mezcla perfecta de las artes.
Comencé mi vínculo con el teatro gracias a mi mamá, actriz-titiritera de teatro para niños. Desde pequeña he vivido gran parte de mi vida mezclada junto al público, o siendo yo misma una de las personas que suba al escenario a representar un personaje. Siento mi familiaridad y mi amor hacia él, gracias a que fuera soy alguien que a veces se consume en la introversión; en cambio, al actuar siento la movilidad y la necesidad de sentirme como otra persona, alguien que solo quiere hacer llegar su arte a los demás, siento, que mi verdadero yo quedó fuera del escenario y que en ese instante vivo por lo que hago. Hoy en día, veo este arte como una parte primordial de mi vida, y siento que sin el espectáculo no sería yo.
Al entrar a un teatro sentimos la necesidad de unirnos a la puesta en escena, desde conocer la trama hasta familiarizarnos con los personajes. El teatro, es una empresa de vida, donde el actor se adueña de la forma de hablar, de vestir, de moverse y hasta se apropia de los pensamientos del personaje. Nos da, una segunda casa en la que nos sentimos aptos para reír o hasta llorar.
He ahí su gran importancia. Su capacidad para volvernos personas cultas y sobre todo, para dejarnos llevar un poco por las sensaciones humanas, y olvidar que fuera del escenario existe algo más que no sea arte. Por eso insisto, en la necesidad de escapar de la realidad e ir al teatro.
Cristian Manuel Artola Rodríguez (Isla de la Juventud, Cuba, 12 años)
Mamá me dice siempre que cuando estaba todavía en su pancita, ya me llevaba al teatro.
Yo creo que por eso me gusta tanto. Muchísimas veces me ha permitido actuar con ella y durante la pandemia de COVID-19 grabábamos también con mi hermanito Cristofer videos graciosos en casa para divertirnos y compartir en las redes sociales. Yo creo que sin el teatro la vida sería muy aburrida.
Saharis Borges López (Isla de la Juventud, Cuba, 17 años)
El teatro es mi vida. Desde que era pequeña actúo y me han dicho que me veo muy bonita. Con el teatro he aprendido muchas cosas; a hablar mejor, a hacer nuevos amigos. Le agradezco a mis profesoras Teresita y Meilim por enseñarme y ayudarme a seguir adelante. Actuar me hace feliz, por eso voy a vivir para actuar en los teatros y hacer a los niños muy felices.
Mensajes de los niños de Brasil por el día Mundial 2024
El Proyecto Maré de Espetáculos es una acción vinculada al Programa de Extensión Teatro en las Comunidades de la Universidad Federal del Estado de Río de Janeiro (UNIRIO) http://teatroemcomunidades.com.br/ y consiste en la dirección y producción de espectáculos teatrales con los participantes del programa. El Programa de Extensión Teatro en las Comunidades fue creado en 2011 en el Departamento de Enseñanza de Teatro de UNIRIO, coordinado por la profesora Marina Henriques Coutinho, e integra acciones en los tres ejes de la educación superior: enseñanza académica, extensión social e investigación institucional. El programa cuenta con la participación de unas setenta personas, entre adolescentes y adultos, repartidas en tres espacios escénicos del Complexo da Maré y Penha: Centro de Artes de Maré, CMS Américo Veloso (centro municipal de salud) y la Arena Dicró Carioca. Todos los años, los procesos pedagógicos y artísticos desarrollados en los centros de teatro, dirigidos por los licenciados en teatro de UNIRIO, que tienen lugar regularmente cada semana, se traducen en representaciones. Dentro del abanico de acciones del Programa Teatro en Comunidades, el foco de este proyecto es la producción de resultados artísticos que se presentan siempre al final de cada año académico. Esta línea de acción es especialmente importante porque contribuye también a la política de creación de públicos en los lugares donde se desarrollan las actividades.
En 2019 dimos la bienvenida a Nickollas a nuestra clase infantil del Programa de Extensión Teatro en las Comunidades. Siempre muy presente y participativo, ahora es un adolescente y ha sido uno de nuestros alumnos más fieles y entusiastas.
En 2022, cuando volvimos a las clases presenciales, dimos la bienvenida a Arthur a nuestra clase de niños. Le acompañaban su madre, Tailane, que formó parte de nuestro primer grupo de teatro en 2011, y su hermana pequeña Bia. Arthur no tardó en adaptarse a las actividades con gran alegría. Bia, de 5 años, asistió a sus primeras clases y cuando la invitaron a subir al escenario, saltó de alegría. Es nuestra alumna mascota y una de las más animadas.
Documental “Teatro en las comunidades”, producido por el Centro de Imagen y Sonido (UNIRIO) https://www.youtube.com/watch?v=maoMdGI4Zao (Nickollas participa)
Nickollas Bizzotto Barcelar (16 años, Masculino, Rio de Janeiro)
El teatro siempre ha sido algo increíble para mí, ya que me ha permitido conocer conceptos y lugares diferentes. Siempre fui muy tímido con gente nuevas, pero en el escenario me di cuenta de que a veces tengo que salir de mi zona de confort para hacer realidad mis sueños.
El CAM (Centro de Artes de Maré) es un lugar donde puedo ser yo mismo sin preocuparme por los juicios, en el arte del teatro no se juzga, se ayuda, en las obras también pude ver algo que siempre he querido hacer, un lugar donde siempre he querido estar, llevar una gran alegría a las familias, una obra de teatro transmite tantas emociones y reflexiones y eso es lo que quiero mostrar a la gente.
La verdad es que el teatro te enseña mucho más de lo que crees, te enseña a trabajar en equipo, te enseña a trabajar la memoria, tantas lecciones que no puedo mencionarlas todas.
En el teatro puedes ser quien quieras, puedes ser un hada, un pirata, un mago, lo único que tienes que hacer es imaginarte e interpretar el papel de ese personaje, y lo mejor son los vestuarios, a veces incluso puedes mezclar personajes, tu imaginación es el límite.
El teatro ha marcado mi vida y quiero que marque la vida de muchos jóvenes, niñas y niños. Uno de los momentos más difíciles para el teatro fue entre 2020 y 2021, cuando estuvimos en cuarentena debido a la pandemia, pero todo el mundo en el CAM siempre se mantuvo de pie, porque eso es el teatro, no te rindes hasta conseguir tu resultado.
Bueno, el teatro es una experiencia maravillosa. En mi opinión, todo el mundo debería practicar esta arte al menos una vez en la vida.
Arthur de Aquino Rodrigues (9 años, Masculino, Rio de Janeiro)
Siempre supe que mi mamá hacía teatro cuando era más joven y que soñaba con que, cuando yo tuviera edad suficiente, tomaría una clase experimental. Confieso que al principio no quería, tenía miedo de que la gente no me aceptara bien, porque era muy tímido y me costaba tomar iniciativa en lugares públicos y con desconocidos. Recuerdo que un día vino mi madre y me dijo “Arthur, ya tienes 7 años, puedes tomar tu clase de teatro experimental”, yo dije de mala gana que no quería, hasta que ella me dijo que no tenía la opción de no intentarlo, pero sí la de no quedarme, después de intentarlo con tres clases y realmente no disfrutarlo.
Fui a la primera clase muriéndome de ganas de que llegara pronto la tercera, para no tener que volver, pero para mi sorpresa tomé la primera clase en 2022 y me enamoré por completo. Salí de allí decidido a volver una y otra vez y hoy le doy las gracias a mi mamá por insistir en que lo intentara. Y hoy, para alegría de mi mamá, mi hermana Beatriz y yo seguimos el mismo camino, ya que ella decidió unirse al grupo de teatro después de verme tomar las clases. El teatro me ha ayudado mucho con los problemas de timidez e incluso con el TDAH. Este año, llevo 3 años haciendo teatro y ¡pienso llegar muy lejos!
Beatriz de Aquino Rodrigues (6 años, Femenino, Río de Janeiro)
Siempre quise hacer teatro porque quería saber cómo era, ya que mamá siempre hablaba de lo mucho que le gustaba tomar las clases y de que cuando tuviera edad suficiente me metería a mí también. Pero como mi hermano es mayor, él empezó primero y yo siempre iba a verlo, y me sentía muy triste por no tener edad para hacerlo también. 2022 fue una tortura para mi, porque realmente quería hacerlo y no podia. Pero en 2023 llegó la primera clase, aquella en la que los profesores llaman a todos a participar, y allí vi la oportunidad de demostrar que, aunque era pequeña y más joven, podía seguir el ritmo de la clase. Así que di lo mejor de mí en esa clase y me sentí muy feliz. ¡Ni siquiera puedo explicarlo!
Llegó el sábado siguiente y los profesores me dijeron que podía participar si quería, no me lo podía creer. Así que terminé mi primer año de teatro, representamos una obra para todos nuestros amigos y familiares que habíamos creado nosotros mismos, fue demasiado bonita, sentía que el corazón se me iba a salir por la boca. Ahora estoy deseando volver este año, la tía Maite y la tía Aline[1] son las mejores del mundo, siempre cariñosas y atentas, ¡estoy muy agradecida por la oportunidad!
[1] En Brasil, el término “tía” se utiliza a menudo en la educación infantil para referirse a la mujer profesional de la educación.