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Aprovechando el poder del teatro, podemos mostrar al público joven la belleza y las posibilidades de vivir en armonía con el planeta. El teatro puede dar vida a escenarios en los que cada persona es responsable de contribuir a desarrollar algo que al final vuelve a nosotros.

Shoaib Iqbal, miembro del Comité Ejecutivo

Hace tiempo que empecé a informarme sobre el cambio climático y la sostenibilidad. Últimamente, he estado pensando en el espectro de la sostenibilidad y su relación con la infancia y el teatro, y hay algunas ideas que me gustaría compartir.

Los retos de la sostenibilidad del medio ambiente  y las formas de abordarlos varían significativamente de un país a otro debido a diversos factores como los recursos, la densidad de población, la educación y las infraestructuras. La sostenibilidad adopta formas diferentes según los contextos locales, desde la conservación del agua y el reciclaje a nivel personal hasta la adopción de energías renovables a nivel estatal.

El valor fundamental del que hablo a la infancia a través de esta comprensión es que, si no encontramos y adoptamos formas de vida sostenibles, perdemos la experiencia de vivir bien en primer lugar.

La sostenibilidad del medio ambiente es fundamental para la forma en que nuestros niños, niñas y jóvenes deberían pensar sobre su vida en el mundo. Los jóvenes tienen el potencial de pensar en la sostenibilidad como una forma de vida, cohesionada con la naturaleza y los demás seres de nuestro planeta. Pueden hacerlo de forma natural si les damos las circunstancias adecuadas.

He estado pensando en cómo nosotros, como profesionales del teatro, podemos representar y promover un mundo sostenible para que nuestros hijos/as puedan heredar la idea de la sostenibilidad como una forma natural de vivir y hacer las cosas.

Aprovechando el poder del teatro, podemos mostrar al público joven la belleza y las posibilidades de vivir en armonía con el planeta. El teatro puede dar vida a escenarios en los que cada persona es responsable de contribuir a desarrollar algo que al final vuelve a nosotros.

Como profesionales del teatro, todos creemos en el poder de las historias, y el teatro puede inculcar en la infancia la creencia profunda de que la vida sostenible no sólo es factible, sino esencial para un mundo próspero. Puede inspirarles para que lleven estos valores a sus propias vidas, tomando decisiones sostenibles que darán forma al futuro de nuestro planeta.

Hay algunos otros significados de la sostenibilidad, que debemos tener en cuenta como profesionales. Son importantes porque nos permiten continuar nuestra práctica y crear el impacto que deseamos. Una de las formas más importantes de sostenibilidad es la sostenibilidad económica de nuestro trabajo, para que podamos seguir siendo financieramente viables, mantener nuestra programación y seguir siendo accesibles y asequibles para todos. La sostenibilidad cultural garantiza la conservación y promoción del patrimonio cultural y la celebración de la diversidad, para que el mundo que estamos construyendo pueda beneficiarse de nuestra civilización y contribuir a ella. Por último, la sostenibilidad social se centra en crear una experiencia teatral inclusiva y equitativa para el público joven, de modo que ofrezcamos oportunidades de participación y compromiso independientemente del origen socioeconómico, la capacidad o la identidad, y fomentemos un sentimiento de pertenencia y empoderamiento entre los jóvenes.

Como creadores y profesionales del teatro, tenemos la creencia colectiva de que el teatro tiene el poder de ayudar a la infancia a imaginar y experimentar un mundo que puede ser mejor a partir de mañana, y los días después.

¡Por todos nosotros para seguir imaginando y construyendo con y para los niños, niñas y jóvenes!