Hoy, en 2024, muchos niños y niñas de todo el mundo viven en zonas de guerra, privados de agua, alimentos y seguridad. Están desplazados, viven lejos de sus hogares, sus familias están dispersas por fronteras y territorios. El arte es importante para esos niños y niñas.
Este año, la nación del arco iris, Sudáfrica, celebra 30 años de paz, tras décadas de apartheid, violencia racial y discriminación.
Este año, el país de las mil colinas, Ruanda, celebra 30 años de paz, tras el genocidio contra los tutsis de Ruanda en 1994.
Aquellos niños y niñas de 1994 fueron la esperanza para reconstruir el futuro que queremos ver.
Llevaban en sus corazones el dolor y la alegría, la vergüenza y la dignidad de ser la infancia de África.
Aquellos niños y niñas nacidos en 1994 o justo después son ahora mujeres y hombres, algunos trabajan mucho, tienen familia o viajan por el mundo.
Viviendo en el país de las mil colinas y habiendo viajado mucho por el continente africano (de Sudáfrica a Burundi, de Burkina Faso a Kenia, Marruecos, Senegal, etc.) como artista y testigo puedo contarlo:
Muchos de ellos, a través de las artes y la creatividad, pudieron conectar sus propias vidas con la gran Historia, y encontraron cómo darle algún sentido.
Muchos de ellos, a través del poder del arte y la creatividad, pudieron reimaginar y reparar las relaciones con sus vecinos, sus familias, su comunidad, su país.
Muchos de ellos abrazaron las artes y la creatividad como una profesión y un espacio en el que podían respirar con facilidad, libertad e imaginar nuevas realidades.
Hoy, en 2024, muchos niños y niñas de todo el mundo viven en zonas de guerra, privados de agua, alimentos y seguridad. Están desplazados, viven lejos de sus hogares, sus familias están dispersas por fronteras y territorios.
El arte es importante para esos niños y niñas.
Cuando el cielo está tan oscuro que no se ven las estrellas, alguien puede contar una historia.
El arte es importante para esos niños y niñas.
Cuando las sirenas gritan, cuando los pájaros no cantan, alguien puede entonar una nueva melodía.
El arte es importante para todos los niños y niñas.
Cuando la paz es un sueño y aún no es una realidad.
En mayo de 2024, en La Habana, Cuba, fui elegida para formar parte del Comité Ejecutivo de ASSITEJ Internacional. El mes pasado, en Praga, asistí a mi primera reunión del CE y me di cuenta de lo vasta y estratégica que es la organización, de lo urgente y enriquecedor que es ver el mundo y sus complejidades desde diferentes culturas y experiencias.
El mes pasado, la African Children and Youth Theatre Arena Network (red de países africanos) acaba de rejuvenecerse bajo este lema Lejos juntos, ese es el objetivo, ese es nuestro viaje. Esas palabras son poderosas y nos recuerdan que es hora de movilizar la inteligencia colectiva para defender los derechos de la infancia a la paz y el acceso a la creatividad en África, Oriente Medio y Europa del Este. Dentro de ASSITEJ Internacional, sus centros nacionales, las redes profesionales y sus miles de miembros, ya existe la capacidad de defender con firmeza y eficacia los derechos de todos los niños, niñas y jóvenes.
Pero si somos más, podemos hacer más.
Podemos ser más fuertes y llegar más lejos juntos.
