Suzanne Osten (1944-2024) falleció el 29 de octubre, dejando tras de sí un magnífico legado como una de las artistas suecas más rompedoras.
La influencia de Suzanne en las artes escénicas suecas e internacionales es inconmensurable, y a través de su arte ha cambiado nuestra visión de lo que puede ser el teatro para un público joven. Con su profundo amor por el público, su gran talento artístico y su valentía, será recordada durante generaciones. Su obra sigue inspirando y dando forma al arte teatral, y su muerte es profundamente lamentada por amigos y colegas en Suecia y en todo el mundo.
En 1975, Suzanne Osten fundó Unga Klara, donde creó un teatro innovador para niños y adultos. Con su trabajo, elevó el estatus del teatro infantil tanto en Suecia como en el resto del mundo e hizo del teatro para niños y jóvenes una forma de arte a tener en cuenta. Además de teatro, dirigió películas, escribió libros, obras y guiones, y fue profesora de dirección en el Instituto Dramático. Apasionada del conocimiento, compartió su compromiso a través de conferencias y talleres por todo el mundo.
Suzanne participó activamente en la labor internacional de ASSITEJ Suecia, interviniendo en seminarios, talleres y conferencias en lugares tan diversos como Adelaida, San Peterburgo, Seúl y Ulán Bator.
Por su trabajo ha recibido numerosas distinciones nacionales e internacionales.
En 1985, Suzanne fue galardonada con el Prix d ' ASSITEJ de Suecia "por su labor en la creación de nuevas obras dramáticas para niños y jóvenes en producciones artísticas, elevando así el estatus del teatro infantil sueco tanto a nivel nacional como internacional".
En el Congreso Mundial de 2002, celebrado en Seúl (Corea), Suzanne fue galardonada con el Premio a la Excelencia Artística ASSITEJ , un premio internacional a los logros artísticos significativos en el teatro y las artes escénicas para niños y jóvenes, y el galardón más prestigioso concedido por la Internacional ASSITEJ.
El 6 de octubre, Suzanne participó en la sesión de clausura de Scenic, nuestro curso internacional de formación para agentes culturales, donde compartió sus ideas sobre las perspectivas de los niños y el vínculo entre las artes escénicas y las escuelas. Ninguno de nosotros se dio cuenta entonces de que sería la última vez que nos veríamos.
La obra de Suzanne sigue inspirando e influyendo en las artes escénicas hoy y en el futuro, y es llorada por innumerables amigos y colegas en Suecia y en todo el mundo.
Gracias, Suzanne, por tu inagotable curiosidad, tu valentía y tu eterna creencia en la capacidad y la competencia de los niños y los jóvenes.